CUANDO FRANK CAPRA Y JOHN WAYNE SE MANDARON A LA....


 
Frank Capra y John Wayne son dos figuras históricas del cine mundial, el uno como director y el otro como actor. Pero aparte de deslumbrar en el Séptimo Arte ambos tenían en común su posición política, pues los dos eran conservadores, aunque de distinta intensidad. Wayne era catalogado como ultraderechista, mientras que Capra fue bastante moderado pero igual muy patriota y defensor de las tesis americanas, tanto que no dudo en rodar documentales en plena Segunda Guerra Mundial en favor de la causa estadounidense, pese a que era de origen italiano.
Terminado el conflicto entre los países Aliados y los del Eje, el mundo se vio inmerso en la denominada Guerra Fría, polarizando las corrientes políticas a favor o en contra del capitalismo y del comunismo. EEUU combatió todo intento de penetración comunista en su estilo de vida, y desde 1945 fue objetivo primordial del Comité de Actividades Antiamericanas del Congreso estadounidense la persecución a seguidores de esta ideología. Uno de los más activos colaboradores de este Comité fue John Wayne.

De manera inexplicable, desde mediados de la década de 1940, Capra fue sospechoso de comunista y, por lo tanto, sujeto a investigaciones del Comité. Nunca se supo la razón concreta en la que se fundamentó este rumor en contra el director italiano, tal vez  la desconfianza nació porque en algunos de sus filmes se dejaba entrever algunos planteamientos marxistas, como la lucha de clases.


Al parecer, lo que acrecentó la sospecha del Comité fue el hecho de que Capra siempre quiso independizarse de los grandes estudios y cuando finalizó la guerra intentó cumplir con este anhelo y fundó una compañía productora con un sugestivo nombre: "Liberty Films". Su primer proyecto sería rodar una película titulada ¡QUÉ BELLO ES VIVIR!  


Como el Comité no tenía pruebas concretas para atacar a Capra, lo que hizo fue actuar proactivamente y, por las dudas, designó a John Wayne para que apruebe el reparto que intervendría en este filme y así comprobar que no haya comunistas infiltrados. El director italiano al enterarse de esto explotó de coraje y llamó de inmediato por teléfono a Wayne para decirle que le importaba un carajo que pensara si era o no comunista, que iba a contratar para su película a quien le diera la gana, que no iba a permitir jamás su intromisión y finalmente lo mandó al infierno.



Parece que Wayne quedó impactado con la reacción de Capra que no atinó a darle respuesta igual en ese instante, pero cuando pasaron los años y John se convirtió en una de las estrellas más populares del cine norteamericano se refirió al director, más o menos en estos términos: Me gustaría tener a ese hijo de... y romperle en mil pedazos y tirarlo al mar y verlo flotar de nuevo a Sicilia, donde pertenece.




Frank Capra pudo rodar ¡QUÉ BELLO ES VIVIR! en 1946 sin que nadie se entrometa, pero en su estreno la cinta no tuvo mucha acogida en taquilla, quizás en ello incidió el boicot realizado por el Comité al calificarla como propaganda comunista. Además, el propio FBI emitió un informe sobre el contenido del filme señalando que en él habían trucos usualmente empelados por los comunistas, como el hecho de "intentar desacreditar a los banqueros, al presentar a Lionel Barrymore como un personaje de corazón duro para convertirlo en el hombre más odiado del filme…" también denunció el FBI que con la película se pretendía de manera deliberada satanizar a la clase alta, tratando de presentar a la gente con dinero como personajes despreciables.

Pese a su fracaso en el estreno y a todas las críticas que le rodearon, con el paso del tiempo !QUÉ BELLO ES VIVIR! se constituiría en uno de los clásicos inmortales del cine, en la película navideña por excelencia y en una de las mejores de la historia del cine.

John Wayne no se quedó con las ganas de intervenir directamente en películas proamericanas y dirigió los filmes: EL ALAMO (1960), sobre la lucha de los tejanos por independizarse de México, y LOS BOÍNAS VERDES (1968), para justifciar la guerra de Vietnam. Ninguna alcanzó la trascedencia del filme de Capra.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario