Desde la llegada al poder de Adolf Hitler en Alemania, en 1933, se sentaron las bases de un régimen que controló todos los ámbitos de estilo de vida de la sociedad germana, incluyendo aquellos relacionados con la cultura o el entretenimiento.
Hitler encargó a Joseph Goebbels (foto), uno de los más importantes ideólogos nazis, el manejo de la comunicación del Tercer Reich, y utilizar para fines propagandísticos a la prensa, la radio, el teatro, el cine, etc.
Goebbels, entre otras cosas, vio muy necesario emprender de inmediato un control total de la cinematografía alemana, pues era uno de los espectáculos más importantes para la población. Fue así que convocó a figuras del Séptimo Arte germano de la época para expresarles la necesidad de "regenerar al cine nacional". El líder nazi sostenía que si bien el arte es libre, éste debía cumplir con determinadas normas. Además, aseguraba que el futuro cine alemán debía basarse en 4 películas modelos: Los Nibelungos, de Fritz Lang; El Rebelde, de Luis Trenker; Anna Karenina, de Edmund Goulding; y, sobre todo, El Acorazado Potemkin, de Sergei Eisenstein (una de las obras cumbres del cine soviético y mundial).
Goebbels veía en Potemkin la película ideal para influir, a través de las emociones, en el pensamiento político de los espectadores. Consideraba incluso que cualquier persona que no tenía una firme convicción ideológica podría convertirse en un bolchevique después de ver la cinta.
Puede causar sorpresa que un representante del Tercer Reich alabara tanto a El Acorazado Potemkin considerando que los nazis veían a los comunistas como enemigos acérrimos. No obstante, Goebbels únicamente tomó como un gran ejemplo a este filme para demostrar que en el cine sí es posible reflejar con eficacia ideologías políticas; por ello pidió a todos los productores, directores y guionistas alemanes que generaran un cine ideológico y políticamente comprometido con el régimen hitleriano.
En este sentido, Goebbels se empeñó en que se produjera una réplica del filme soviético, pero bajo otra perspectiva. El encargado de llevar adelante este plan fue el director Karl Anton, quien en 1936 presentó la anhelada película, bajo el título: El Acorazado Sebastopol (Panzerkreuzer Sebastopol), cinta que contaba con la participación en el rol estelar de Camilla Horn, una de las actrices alemanas más importantes de la época, y que se hizo famosa por su actuación en la gran Fausto de F.W. Murnau, en 1926.
En resumen, el argumento el El Acorazado Sebastopol consistía en que la hija de un gobernador de Sebastopol vivía una historia de amor en un crucero, pero justo en ese instante estalla la Revolución Rusa y los marineros se amotinan, estableciendo un reino de terror en la nave y en el puerto, tanto que la propia protagonista es hecha prisionera por quien había sido su criado hasta el momento.
El objetivo de Goebbels y Karl Anton era producir un filme que sea semejante a El Acorazado Potemkin pero sólo en lo técnico, pues en el argumento se buscaba distorsionar lo resaltado en el filme soviético. De este modo, se estructuró un mensaje claramente anticomunista; y se mostró que en la Revolución Rusa se produjeron violaciones, asesinatos y destrucción de imágenes sagradas.
El Acorazado Sebastopol revertió incluso momentos icónicos de El Acorazado Potemkin para generar contrasentidos, como aconteció con la famosa escena de la matanza en la escalinatas de Odessa, para lo cual en la película alemana se tomó justamente como escenario las gradas del barco para los tumultos y desenfrenos de los revolucionarios. Asimismo, el proyecto fílmico nazi intentó para su objetivo emplear los grandes recursos expresivos de la película soviética, como el manejo del montaje y el primer plano, veamos a continuación unos ejemplos:
El Acorazado Sebastopol revertió incluso momentos icónicos de El Acorazado Potemkin para generar contrasentidos, como aconteció con la famosa escena de la matanza en la escalinatas de Odessa, para lo cual en la película alemana se tomó justamente como escenario las gradas del barco para los tumultos y desenfrenos de los revolucionarios. Asimismo, el proyecto fílmico nazi intentó para su objetivo emplear los grandes recursos expresivos de la película soviética, como el manejo del montaje y el primer plano, veamos a continuación unos ejemplos:
Lo cierto es que tanto en lo técnico como en lo artístico, El Acorazado Sebastopol fue un intento muy fallido de igualar a la gran obra de Eisenstein. La propuesta alemana nunca llegó en lo más mínimo a las cotas alcanzadas por El Acorazado Potemkin, y quedó simplemente como uno más de los tantos filmes de propaganda nazi que se producían sin mucho rigor cinematográfico.
Con respecto a su aceptación en taquilla, con seguridad, en la época del estreno de El Acorazado Sebastopol (enero de 1937), se generó una masiva concurrencia a las salas de cine en Alemania. Meses después, este filme logró presentarse en Estados Unidos, pero sin mucho éxito. En ese año, la cinta no pudo ser exhibida en otros sitios, así que todo parecía indicar que sería archivada.
Sin embargo, ya en plena Segunda Guerra
Mundial, y especialmente desde mediados de 1941 (cuando Alemania entró en conflicto con la URSS), la película, de contenido abiertamente antisoviética, tuvo nuevamente un motivo para ser estrenada en las naciones ocupadas por los nazis, como Francia; en países aliados, como Italia; y en aquellos cuyos gobiernos habían expresado
simpatía o amistad con Hitler, como la España de Franco. A continuación apreciemos los carteles empleados para la promoción del filme en estos lugares:
Es importante comentar también que lo curioso en esta etapa fue la pomposa manera como se promocionó El Acorazado Sebastopol en varios de los sitios en donde fue presentada, pues originó una serie de exageraciones en alabanzas y calificativos positivos.
Así por ejemplo, en la España de 1942 se destacó el estreno del filme como "el magno acontecimiento cinematográfico del año" y se resaltaban en los afiches promocionales de la película, cosas como: "una maravilla de técnica y arte" "un
filme impresionante e inolvidable" "la película más soberbia de todos los
tiempos" "una obra perfecta" "la película de las películas"....
Quizás, el contexto político de esa época hizo que los gobiernos aliados o amigos de Alemania, intentaran persuadir a la población para que la observara, destacando supuestas bondades artísticas; pero lo cierto es que carecía de varias de las virtudes que se la catalogaba ese entonces. Con todo, para que sean ustedes mismos los críticos del filme, les dejo a continuación la película íntegra en su idioma original:
¡Una entrada muy interesante, Víctor!
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